La resistencia no violenta, lucha no violenta, desobediencia no violenta, acción no violenta, no violencia activa o resistencia pacífica es una táctica de protesta relacionada con la desobediencia civil que propugna el logro de un cambio político, social y cultural sin necesidad del empleo de la violencia como arma política.
En la práctica utiliza protestas simbólicas y actos de no-cooperación en las áreas políticas y económicas.
En general, el concepto de la no violencia busca comportamientos que no son habituales en las maneras y costumbres de la población. Consiste en provocar la atención mediante la sorpresa.[1] Es una forma de afirmar la disconformidad con una práctica que se considera injusta y emplea actos de omisión (donde se rechaza realizar acciones socialmente aceptadas o de obligado cumplimiento por ley o normativa); actos de comisión (cuando, por el contrario, se realizan acciones contrarias a la costumbre o prohibidas); o una combinación de ambos.[2]